Querida Familia de la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes-All Hallows, como dice la: ""we've come this far by faith, leaning on the Lord, trusting in His Holy Word. He never fails me." "Hemos llegado hasta aquí por fe, apoyándonos en el Señor, confiando en Su Santa Palabra. Él nunca me falla". El mundo tal como lo conocemos ha pasado por momentos difíciles y todos nos hemos visto afectados de una forma u otra.

Por la gracia de Dios, hemos atravesado un año extraordinario plagado de desafíos y pruebas que ninguno de nosotros podría haber esperado. Nos hemos encontrado confundidos, asustados y ansiosos. Nos dimos cuenta de la fragilidad de nuestra vida terrenal y de las muchas cosas fugaces de este mundo al que tan a menudo nos aferramos. Más que nada, nos hemos encontrado en necesidad de un Salvador.

En estos momentos desafiantes, nos fortalece la promesa de Dios, dicha en Deuteronomio: “Esfuérzate y sé valiente, no temas ni tengas miedo de ellos, porque el Señor tu Dios es el que va contigo; no te fallará ni te desamparará (Dt 31, 6) ”.

Como miembros de la familia de la Iglesia Our Lady of Lourdes-All Hallows, debemos permanecer firmes en la esperanza. Que nuestra esperanza no vacile porque el nacimiento de nuestro Salvador en Navidad nos recuerda que somos fortalecidos continuamente por la presencia de Emmanuel, Dios con nosotros. Él es el Señor que nos salva de nuestros pecados y debilidades y nos reconcilia con el Padre.

La Navidad tiene que ver con el amor. Se trata del amor de Dios al enviar a su Hijo unigénito para restaurarnos a la amistad de Dios y reconciliarnos con Dios. Amor de Dios. El amor de Dios es tanto que Dios nos dio el regalo más precioso que se pueda imaginar, Jesús. Este es el corazón de la Navidad. Este maravilloso amor nos llama a amarnos los unos a los otros.

Como familia de la Iglesia, compartimos el amor de la Navidad en y a través de nuestras relaciones humanas. En Navidad recordamos que Jesús nació en la pobreza, en un establo entre los más pobres y los animales de la granja. ¿Qué significa esto para nosotros hoy? Estamos llamados a buscar el rostro de Cristo en los pobres, en las puertas de nuestras casas y en los lugares distantes. El amor puede parecer una taza de café ofrecida, una computadora de mano, una sonrisa compartida y una historia escuchada. Creo firmemente que, al final, seremos juzgados por cómo cuidamos de los pobres o, como diría San Juan de la Cruz, "En la tarde de la vida, seremos juzgados solo por el amor".

La Navidad también se trata de arrepentimiento y perdón. El amor requiere compromiso y trabajo, y a veces no lo hacemos bien. No somos perfectos. Pero con Dios, hay misericordia y perdón, y segundas oportunidades. Y también debemos ofrecer esos regalos a los demás. La Navidad es una época de renovación, nuevos comienzos y unión.

¡¡¡Feliz Navidad!!!